• El grupo municipal Socialista denuncia la nueva falta de previsión y de organización del equipo de gobierno, que volvió a demostrar su incapacidad para gestionar un plan de movilidad adecuado a las necesidades de la ciudad.
• El PSOE señala que las vecinas y los vecinos de Toledo se vieron severamente perjudicados por el colapso de tráfico sufrido el pasado fin de semana y que afectó no sólo al casco histórico, sino a todos los barrios.
• El grupo Socialista advierte que se trata de un grave problema de seguridad de la ciudad, que no se está sabiendo afrontar desde el equipo de gobierno.
Las kilométricas colas de vehículos que el pasado fin de semana volvieron a bloquear los accesos y salidas de la ciudad, pusieron de manifiesto la falta de previsión y de organización del actual equipo de gobierno, que, en palabras del grupo municipal socialista, “volvió a confirmar la incapacidad para gestionar un plan de movilidad adecuado a las necesidades de la ciudad”.
A los bloqueos de tráfico vividos en las calles de Toledo, con motivo de la Semana Santa, hay que sumar el caos circulatorio vivido este fin de semana con un Mercado Medieval, en el paseo de La Vega, vía de acceso principal al casco histórico de la ciudad, lo que vuelve a generar “un grave problema de seguridad, que afecta a todas las vecinas y vecinos de la ciudad, en caso de emergencia, tanto en el casco histórico, como en el resto de barrios”, asegura el concejal socialista José Carlos Vega, que exige capacidad de respuesta a los beneficios que conlleva para la ciudad los diferentes eventos y actividades que en ella se realizan.
Además, el grupo municipal Socialista quiere denunciar el abandono que han sufrido los sectores profesionales del transporte, como el colectivo de los taxistas, que debido al colapso circulatorio “han mostrado sus quejas, ya que, una vez más, no pudieron atender los servicios profesionales solicitados, con la consiguiente pérdida económica para el sector”, señala Vega.
José Carlos Vega afirma que esta situación sigue repitiéndose y no parece tener fin porque “es fruto de un plan de tráfico desastroso, sin previsión, sin planificación y sin capacidad de adaptación a las necesidades que demanda la ciudad, tal y como se está demostrando, semana tras semana”.
